A principios del Siglo XX, Los Odontólogos, se sentían sobrepasados por la cantidad de urgencias y el pésimo estado bucal con el que llegaban los pacientes siendo, en la mayor parte de los casos, la extracción la única
solución.
Por esta razón se creó la figura de la Higienista Bucodental que debía ocuparse de la educación en higiene bucodental, enseñando a los pacientes a cepillarse adecuadamente, y la prevención de las enfermedades bucodentales mediante las profilaxis o limpiezas.